Domingo por la mañana, el paraíso de los chandals, blancos, limpios, planchados... Prendas llamadas sudaderas que nunca vieron una gota de sudor. Pero hoy es domingo, día del chandal.
domingo, 31 de mayo de 2009
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2 comentarios:
París. Nueve y media de la mañana. Un fracés urbanita se despereza en la terraza de su ático, café en mano, y mira distraídamente las figuras de las personas que pasan por la plaza. Un sorbo.
Piensa en su amada, una preciosa azafata de la polinesia que conoció anoche y que todavía duerme, tras los visillos. Sonrisa. Un nuevo sorbo. El mejor aroma de Colombia inunda los tejados de la Cité.
De pronto un español irrumpe en la plaza, ataviado con el típico chandal de color indescriptible, a medio camino entre el gris y la Feria de Sevilla, y del susto nuestro pequeño Napoleón se atraganta, salpica toda la bata, se quema con el contenido de la taza y despierta a la exótica joven, que se calza las zapatillas y sale de la escena a medio vestir.
Así nos las paguen todas estos franceses.
n a c o
diariodeunavenganza
con los párpados afrancesados, a medio abrir, quiero decir, cerrar
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