La vuelta de vacaciones y el comienzo de un nuevo año tienen algo en común. Las buenas voluntades, los propósitos. Curiosamente estos propósitos suelen ser de cambio, de renovación ( Porqué los anuncios se empeñan todo el día en que cambiemos de vida?)
Pero algo diferencia a Septiembre de Enero. En enero apenas hemos tenido tiempo para pensar, para mirarnos al espejo. En cambio en Septiembre quien más y quien menos ha podido disfrutar de unos días o semanas de vacaciones dónde ha “reflexionado”. Por eso creo yo que en Enero no salen tantos coleccionables en los kioscos como en Septiembre.
Hablando de los coleccionables veo que todos en general son de nivel básico-iniciación. Es decir, las empresas saben que queremos “cambiar”, “renovarnos”, pero ojo! Con tranquilidad, despacito y sobre todo, facilito eh?
Volvemos a la relación Enero-Septiembre. ¿Qué ocurre 2 o 3 semanas después de los propósitos de la noche de fin de año? Que la gente empieza a no cumplirlos (esto será objeto de otro post algún día). Así que Septiembre no lo va a ser menos, y marca el éxtasis y comienzo de la caída en picado del propósito de cambio, por lo que durante el otoño, cual hoja de árbol caduco, caen poco a poco, hoja tras hoja, todas las promesas, voluntades,…
Qué conclusión saco de todo esto? Pues que la constancia precisamente no es una característica del hombre de a pie.
Y qué tienen que ver los cactus en todo esto? Pues que son de los seres vivos que menos constancia requieren. Poquita agua, riegos olvidados y siempre tan “pinchos”.
Pero algo diferencia a Septiembre de Enero. En enero apenas hemos tenido tiempo para pensar, para mirarnos al espejo. En cambio en Septiembre quien más y quien menos ha podido disfrutar de unos días o semanas de vacaciones dónde ha “reflexionado”. Por eso creo yo que en Enero no salen tantos coleccionables en los kioscos como en Septiembre.
Hablando de los coleccionables veo que todos en general son de nivel básico-iniciación. Es decir, las empresas saben que queremos “cambiar”, “renovarnos”, pero ojo! Con tranquilidad, despacito y sobre todo, facilito eh?
Volvemos a la relación Enero-Septiembre. ¿Qué ocurre 2 o 3 semanas después de los propósitos de la noche de fin de año? Que la gente empieza a no cumplirlos (esto será objeto de otro post algún día). Así que Septiembre no lo va a ser menos, y marca el éxtasis y comienzo de la caída en picado del propósito de cambio, por lo que durante el otoño, cual hoja de árbol caduco, caen poco a poco, hoja tras hoja, todas las promesas, voluntades,…
Qué conclusión saco de todo esto? Pues que la constancia precisamente no es una característica del hombre de a pie.
Y qué tienen que ver los cactus en todo esto? Pues que son de los seres vivos que menos constancia requieren. Poquita agua, riegos olvidados y siempre tan “pinchos”.
1 comentario:
yo no colecciono nada... Y los coches y motos son ub buen coleccionable.... Jeje jt
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